Cuando te levantas de madrugada, con fin impreciso, a recorrer las calles, y te encuentras, sin notarlo, con ese perro que parece conocerte, al que no tomabas en cuenta, pero te ha ido acompañando en tu lento recorrido: ya tras de ti, ya delante o al parejo, husmeando, husmeando siempre, como reconociendo la atmósfera cercana a ti o despejándote un camino que no miras; y él se aparta, se aleja, retrocede, adelanta; a veces parece quedarse o desviarse de la ruta, mas luego se acerca para alejarse luego; entonces sientes que algo ocurre y tú no sabes qué; te preguntas o miras a los lados, hacia atrás, hacia delante, para encontrarte sólo con autos furtivos, casas quietas, basura trasnochada, árboles dormidos, gente imprevista; te irritas suavemente porque nada entiendes; piensas en luz y miras hacia arriba: descubres con sorpresa una chispa de luz entre las nubes sordas que se van despejando, ya tus pasos son finos y suaves, y aparece la Luna lunísima mostrando un pincelazo de su esplendor, igual de espléndido y cachondo; tus pasos ya no pasan: son de agua pesada o luz inmóvil; contemplas de la Luna su gajo delicado y ni siquiera entiendes cómo es que no habías visto la lúcida estrella que la acompaña desde abajo y prefigura el alba y torna lúdica la estampa; así, tú sigues caminando aunque estés detenido; aparece tu perro como de vuelta a casa, y husmea, husmea siempre, como adelantándose y preparando lo que para ti viene; él sigue su rutina: gira, camina, trota, se detiene; pareciera que goza o sufre; no aciertas a pensar, nada podrías decir; decides irte a casa; él sigue acompañándote: se adelante, se rezaga; y tú intentas pensar: te sientes protegido de algo que no sabes, hay algo que no entiendes, pero te sientes rico o fuerte o precioso; no sabes qué pensar, no sabrías qué decir, y buscas a tu perro: él ya no acude presto, ya no podría acudir: ha desaparecido; te encuentras con tu puerta y piensas en la vida, en sus cosas adultas, mas eres muy pequeño; entonces la nostalgia o un amor de ocho siglos te abruman por completo.
Marzo de 1992
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