Sy queredes, senores, oyr un buen soláz,
Ascuchad el rromanze, sosegadvos en paz:
Non vos diré mintira en quanto en él iaz;
Ca por todo el mundo se usa é se faz'.
Joan Ruiz
La finalidad de la sincronización es asegurar que el destello
ocurra cuando el obturador está completamente abierto.
M. J. Langford
escribiría en 1910, como remedo al poema Dafne de Darío. En 1929, escribe:
No hagas más lindos versos. ¡Deja esa chifladura!
fabrica calcetines, engorda tu caudal,
pues hoy -y te lo dice tristísimo este cura-
se pierde mucha plata surciendo un madrigal.
El Tuerto utiliza el habla, lo conversacional, en sus poemas en su propósito de desacralización del lenguaje poético, a contrapelo de los críticos y oyendo con agrado sus maldiciones y menosprecios. Por esta actitud antiliteraria, Rubén Darío mismo se negó a publicarle algunos poemas en Mundial Magazine, por según, ésta "...es una revista seria, honrada y burguesa, por lo que no puede aceptar la colaboración de Ud." Ya en 1920, El Tuerto había anotado su epitafio:
Mas dejo al irme -amén de lo que dejo:
salud, papel moneda- este librejo
y otros libros sin literatura
que no valen siquiera un estornudo
para que tú, lector hueco y panzudo,
los tires al barril de la basura.
Aunque la poesía de El tuerto López está emparentada con algunos poemas de Martí y Gutiérrez Nájera, el antecedente implícito en su obra es el Arcipreste de Hita, don Joan Ruiz: solía recitar poemas y poemas del Libro del buen amor. Y efectivamente, en la lengua castellana, él llevó con maestría el habla, el rromanze, el lenguaje vulgar, a la literatura. Este hombre utiliza la cuaderna vía, la métrica del mester de clerecía, a su gusto y antojo para hacer alternar versos de catorce y dieciséis sílabas, alterando su rigidez; incluye poemas de arte menor, de fiel catadura juglarezca, entrellos la troba cazurra, de notable origen árabe, y cántigas de serrana o serranillas. A decir de María Rosa Lida de Malkiel:
el Buen Amor ofrece un estilo sabio cuya retórica es más rica que la de Berceo y la del Alejandre, como es más rica la calidad de su saber, y, junto con tal medio erudito y en transición difícil de graduar, presenta un estilo popular que es probablemente su más fecunda novedad
Utiliza también Juan Ruiz el habla real y viva, popular y asimismo coloquial, así como el refranero y la sentenciosidad proverbial, de que se han anotado hasta 377 ejemplos.
“Señores, hevos servido con poca sabidoría: / Por vos dar solás a todos fablévos en jograría.” Con estas palabras, y mucho más con su libro, sus cantares y "cántigas de dança e troteras, para judíos e moros e para entendederas, para ciegos y escolares, para gente andariega" (c. 1513, 1514) alzó bandera revolucionaria en el campo de la literatura erudita, injertándole la savia popular, la única que suele engrandecerla. Él fue quien enterró el mester de clerezía, desgarrándose de la tradición latino-esclesiástica; él quien rompió todos los moldes de erudiciones trasnochadas, de ritmos apesadumbrados y de entorpecimiento de andares; él quien supo aprovechar como nadie en sus apólogos la manera pintoresca y sentenciosa de la literatura oriental, harto mejor que en sus prosas D. Juan Manuel, su contemporáneo; él quien dio vida a la sátira moral, harto mejor que el Canciller y el Rabí; él quien llevó a la literatura castellana las cantigas, las villanescas y las serranillas gallegas; él quien zanjó para siempre el realismo de nuestra literatura; él, en una palabra, quien dio vida de un golpe y en un solo libro a la lírica, a la dramática, a la autobiografía picaresca y, sobre todo, a la sátira en todos sus matices.
Pa' pronto. O sea que lo conversacional en la poesía, lo cotidiano, el habla popular enriqueciendo la alta literatura, la cultivada y culta, viene desde antiguo. En beneficio de nosotros, oigamos a don Joan Ruiz, alias El Arcipreste de Hita, encareciendo al lector el trovadoril oficio:
La bulrra que oyeres, non la tengas por vil;
La manera del libro entiéndela sotil:
Saber el mal, desir bien, encobierto, doñeguil
Tú non fallarás uno de trobadores mill.
si no fuera porque ya lo dijo antes un poeta extranjero nombrado Nicanor Parra, el prosaísta, poeta de lo conversacional por excelencia, según pensé en cierto tiempo, hasta que me enteré que una de las vertientes de la poesía latinoamericana de este siglo (y excluyo a España del asunto por falta de espacio) utiliza lo prosaico, lo conversacional, como una argucia central para mejor de nombrar las cosas y las experiencias, suponiendo que no es el lenguaje quien tiene la categoría de poético sino ellas; como dirá Parra:
La verdad, como la belleza, no se crea ni se pierde
y la poesía reside en las cosas o es simplemente un espejismo del espíritu
Me complace que haya en la Historia
alguien que refiera a los espectadores lo que está sucediendo;
y que les indique, con elevado gesto, dónde deben poner la vista,
o, con la expresión más fiera y la mirada más intimidatoria,
a qué no deben acercarse,
como si algunas cosas hubieran de permanecer en el secreto.
Leone Battista Alberti
Ni siquiera en su nativa Cartagena se vendieron muchos ejemplares de los primeros libros de López, quien sintió los azotes de la hostilidad de la crítica nacional y la censura de varios sectores de su propio medio social. Por ejemplo, en 1912 una carta a El Porvenir, diario conservador de Cartagena, alegaba que lo único original en los versos de López era su contenido pornográfico y el empleo de vulgarismos.
Cómo no, si había escrito en 1920:
A MI CIUDAD NATIVA
Ciudad triste, ayer
reina del mar.
J. M. de Heredia
Noble rincón de mis abuelos: nada
como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y de la espada,
del ahumado candil y las pajuelas...
Pues ya pasó, ciudad amurallada,
tu edad de folletín... Las carabelas
se fueron para siempre de tu rada...
¡Ya no viene el aceite en botijuelas!
Fuiste heroica en los años coloniales,
cuando tus hijos, águilas caudales
no eran una caterva de vencejos.
Más hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno les tiene a sus zapatos viejos.
Y en 1909:
CANCIÓN BURGUESA
Procura, mientras muere la mies en la cizaña,
flexible cual felino que avizora el ratón,
medir el salto... Y luego... ¡que gire la cucaña
de la vida! -No hay fuerza contra la tradición.
Flota como la espuma, zurce tu telaraña
y sé tan multiforme como un líquido. Con
la improbable paciencia del pescador de caña,
subirás poco a poco de escalón en escalón.
Después, atiborrado de honores y dinero,
gasta gorro y pantunflas cabe la lumbre. Pero
para hacer estas cosas sujétate a la ley
de todas las divinas y humanas tonterías,
sin asomo de pena, sin torpes rebeldías,
fingiendo la indulgente pasividad de un buey.
En Posturas difíciles, de 1909, leemos:
DESPILFARRO IV
Le fusilaron esta
madrugada,
como si fuese un criminal.
¿Y la social
protesta?
Ninguno dijo nada.
Y aún vibra todavía
dentro de mí -¡qué amarga
tontería!-
la descarga de la fusilería.
Mercedes Rein informa que cuando apareció Poemas y antipoemas
Algunos como el padre capuchino Salvatierra, se alzaron contra la antipoesía en nombre de la Moral: "¿Puede admitirse que se lance al público una obra como ésa, sin pies ni cabeza, que destila veneno y podredumbre, demencia y satanismo? Me he preguntado si este librito es inmoral. Yo diría que no; es demasiado sucio para ser inmoral. Un tarro de basura no es inmoral, por muchas vueltas que le demos al examinar su contenido".
Lo que trae a la memoria el "barril de la basura" del Tuerto. Y es que la poesía de Parra es ácida y crítica, desacralizadora, no sólo porque utiliza el habla como argucia central sino porque logra recontextualizarla, a nivel formal, dentro de un nuevo discurso poético, donde el surrealismo se asoma; sino porque, además, utiliza la sátira, la ironía, el humor negro, para reforzar su actitud destructora.
EL PEREGRINO
Atención, señoras y señores, un momento de atención:
Volved un instante la cabeza hacia este lado de la república,
Olvidad por una noche vuestros asuntos personales,
El placer y el dolor pueden aguardar a la puerta:
Una voz se oye desde este lado de la república.
¡Atención, señoras y señores! ¡un momento de atención!
Un alma ha estado embotellada durante años
En una especie de abismo sexual e intelectual
Alimentándose escasamente por la nariz
Desea hacerse escuchar por ustedes.
Deseo que se me informe sobre algunas materias,
Necesito un poco de luz, el jardín se cubre de moscas,
Me encuentro en un desastroso estado mental,
Razono a mi manera;
Mientras digo estas cosas veo una bicicleta apoyada en un muro,
Veo un puente
Y un automóvil que desaparece entre los edificios.
Ustedes se peinan, es cierto, ustedes andan a pie por los jardines,
Debajo de la piel ustedes tienen otra piel,
Ustedes poseen un séptimo sentido
Que les permite entrar y salir automáticamente.
Pero yo soy un niño que llama a su madre detrás de las rocas,
Soy un peregrino que hace saltar las piedras a la altura de su nariz,
Un árbol que pide a gritos que se le cubra de hojas.
A los amantes de las bellas letras
En La camisa de fuerza, Parra continúa y depura su visión cívica, y escribe:
ACTA DE INDEPENDENCIA
Independientemente
De los designios de la Iglesia Católica
Me declaro país independiente.
A los cuarenteynueve años de edad
un ciudadano tiene perfecto derecho
A rebelarse contra la Iglesia Católica.
Que me trague la tierra si miento.
La verdad es que me siento feliz
A la sombra de estos aromos en flor
Hechos a la medida de mi cuerpo.
Extraordinariamente feliz
A la luz de estas mariposas fosforescentes
Que parecen cortadas con tijeras
Hechas a la medida de mi alma.
Que me perdone el Comité Central.
En Santiago de Chile
A veintinueve de noviembre
del año mil novecientos sesenta y tres:
Plenamente consciente de mis actos.
Y enuncia el
DISCURSO DEL BUEN LADRÓN
Acuérdate de mí cuando estés en tu reino
Nómbrame Presidente del Senado
Nómbrame Director del Presupuesto
Nómbrame Contralor General de la República.
Acuérdate de la corona de espinas
Hazme Cónsul de Chile en Estocolmo
Nómbrame Director de Ferrocarriles
Nómbrame Comandante en Jefe del Ejército.
Acepto cualquier cargo
Conservador de Bienes Raíces
Director General de Bibliotecas
Director de Correos y Telégrafos.
Jefe de Vialidad
Visitador de Parque y Jardines
Intendente de la Provincia de Ñuble.
Nómbrame Director del Zoológico.
Gloria al Padre
Gloria al Hijo
Gloria al Espíritu Santo.
Nómbrame embajador en cualquier parte
Nómbrame Capitán del Colo-Colo
Nómbrame si te place
Presidente del Cuerpo de Bomberos.
Hazme Rector del Liceo de Ancud.
En el peor de los casos
Nómbrame director del Cementerio.
Actitud cívica que llevará hasta sus últimas consecuencias, como muestran algunos de sus artefactos: "Cuba sí / Yanquis también", "¿Marxista? / -No. Ateo." "En Estados Unidos / la libertad es una estatua." En 1970 participó en un panel sobre otro poeta cívico: Heberto Padilla, quien por Fuera del juego fue maldecido por la UNEAC, cuyo comité director argumentó que
En resumen: la dirección de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba rechaza el contenido ideológico del libro de poemas y de la obra teatral premiados [Los siete contra Tebas de Antón Arrufat]. Es posible que tal medida pueda señalarse por nuestros enemigos declarados o encubiertos y por nuestros amigos confundidos, como un signo de endurecimento. Por el contrario, entendemos que ella será altamente saludable para la Revolución, porque significa su profundización y su fortalecimento al plantear abiertamente la lucha ideológica.
En Padilla, el habla es una argucia literaria central en sus poemas; sin embargo, y al igual que con El Tuerto López y Parra, no es sólo el uso de este recurso el que los distingue, sino que su poesía se basa en una actitud cívica la que, como consecuencia, lleva al orden moral, social y cultural en el que viven a declararlos malditos. Aunque en el "caso Padilla", la UNEAC aceptó premiar el libro maldito y, a decir de Jorge Edwards, en 1971, luego de estar encarcelado y de ser torturado, Padilla
...salió de la cárcel golpeándose el pecho en público, acusándose y acusando a sus amigos de adentro y de afuera de haber sido derrotistas y malintencionados frente al proceso cubano y a su Comandante en Jefe. El derrotismo... constituía en esos días de voluntarismo desatado un delito grave.
Hallamos en este libro una intensa mirada sobre problemas fundamentales de nuestra época y una actitud crítica ante la historia. Heberto Padilla se enfrenta con vehemencia a los mecanismos que mueven la sociedad contemporánea y su visión del hombre dentro de la historia es dramática y, por lo mismo, agónica (en el sentido que daba Unamuno a esta expresión, es decir, de lucha).
Padilla reconoce que, en el seno de los conflictos a que los somete la época el hombre actual tiene que situarse, adoptar una actitud, contraer un compromiso ideológico y vital al mismo tiempo, y en Fuera del juego se sitúa del lado de la Revolución, se compromete con la Revolución, y adopta la actitud que es esencial al poeta y al revolucionario: la del inconforme, la del que aspira a más porque su deseo lo lanza más allá de la realidad vigente.
No lo olvides, poeta.

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