Este es el cuerpo que se ofrenda. El río
Quetzalapa en su entraña lo ha guardado
piedra en medio de piedra. En el collado
de Las Tablas nopal se ha requerido,
en cuyo corazón lo tierno ha sido
eterno. Negro tilcuate enroscado
sobre sí mismo: comido ha el pescado
y acumula sus fuerzas para el brío
de tu cuerpo –sutil caricia entera
que recorre la piel y la señala
ha de ser: del olvido recupera
su astucia y enamora–. Vida es gala
y permanece si con boca artera
(De El arte de vivir precisa olvido)

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