martes, 20 de octubre de 2009

EN ESPERA DEL OLVIDO


AL FIN EL PRINCIPIO

Ya eres inmune al viento,

palabra.

De papel es ahora

tu sepulcro.

Mudez,

sueño apacible.

Dichosa tú,

que no mueres del todo:

una mirada bastará

para sanarte.


1

Epigramae


I

Ya todo se dijo.

Pido la palabra.


II

Por entre los surcos cosechados rebusco:

el fruto desdeñado tal vez satisfaga.


III

No me espantan odio ni amor.

Medran conmigo mi verdad y yo.


IV

Mi lápida no tendrá nombre y nadie podrá invocarme.

A mí me espera el olvido, a ti la muerte, su rótulo.


V

No me asusta el juego de la muerte.

Tu vejez me aterra, y vivo vivo.


VI

Cada momento para el placer y el goce:

la energía que se gasta se renueva.


VII

Guarda el Sol la Noche y la Luna la Aurora.

¿Dónde yo de mí? ¿En qué tiempo?


VIII

¿Cómo ser, si dos discordian dentro de mí?

¿Y seguir siendo yo, siendo el que quiero ser?


IX

¡Ya! No penes con exceso; acalla tus lamentos.

Si hombre eres, permite que la razón te conduzca.


X

Es agua quieta tu mirada, y quema.

Somete al que la mira, mas lo ignoras.


XI

Jóvenes y bellos por gusto del deseo.

Cuando el tedio venga envejeceremos.


XII

Por Venus, es más grato lo que ella dice

que todos los yambos del arrecho Ovidio.


XIII

Como ciegos amémonos, sin ver lo que vendrá;

que los funestos presagios marchitan los deseos.


XIV

Amo tu limpia belleza; otros la desean.

No hagas caso de sus fatuas y melosas voces

ni aceptes los suntuosos regalos que te dan.

Podría despertar un áspid donde duerme un hombre.


XV

En vano juraste amarme.

Palabras sucias al oído de otro.

Y descreí del loco de Catulo.

Es tu amor losa de viento,

agua de arena.


XVI

Goza del amor, ama y retoza con todos

antes de que acabe tu hermosa juventud,

que se aprestan la vejez y la fealdad

y será el deseo carne que ni la turba apetece.


XVII

A empuñar las guerreras armas

con armoniosos yambos convocas.

Arengas con vigor al pueblo hacia la guerra,

tú, que sólo sangre de mujer has conocido.


XVIII

Si tu elocuente discurso convoca a la rebelión,

que tu entendimiento no corra al parejo de tu lengua.

Muchas orejas tiene Calígula y poco escucha.

No es tu amigo sino tu enemigo, el de tu pueblo.


XIX

Matón, no conforme de hacerlo con mujeres de otros,

te apropias sin idea ni escrúpulos de las ideas de otros.


XX

Nada ni nadie es tan veloz que alcance a Aquiles, dice Homero.

Verdad no dijo o desconocía las injurias en boca de Matón.


XXI

Elocuente fue tu discurso ante la asamblea, Rústico,

mas no lo merece agradable sino veraz el ciudadano.


XXII

Maravilla, Alejandrino, que seas padre, sin procrearlos,

de los hijos de Tais, conocida de todos los romanos.

Aunque no es extraño que seas padre postizo

si ella es madre bizarra, pues parece más tu madre que tu madre.


XXIII

Afortunado eres Alejandrino: Tais

no es poco sabia en los meneos del lecho,

a pesar de que su boca haya repetido

el mismo juramento a todos los romanos.


2

Épica íntima


para cortar a la epopeya un gajo

La Suave Patria

Ramón López Velarde

Pero ¿qué importa la infamia si las monedas están a salvo?

Sátira I

Décimo Junio Juvenal


INVOCACIÓN

Calla, oh vieja, y guarda

el sinsabor de mis amores,

el malgastado sentimiento

de la nación

y apréstate a recitar

los arrestos de la alegría

íntima. Ármate,

contágiate

del espíritu

público y opina.


DECLARACIÓN VERDADERA

Amo a una mujer.

Su vientre

ha depositado semen

de todos colores.

La historia me impone

su amor

con voz marcial.


EL ESTADO Y LOS PARTICULARES

Gime la mujer

como hombre

torturado

en época de paz

épica.


DESDE LA PERSPECTIVA CIERTA

El verde

es amistoso

amo del color

y gobierno del ojo

-escucha.

Calla. El negro

se oscura.

Además,

las palabras

contradirían

los hábitos.


ÉPOCA DE CUENTAS PÚBLICAS

Que el mal no fine

-le han dicho-

sino hasta el fin

de lo infinito.

Y ríe,

porque la observan.


SOY DE LOS QUE SALUDAN LAS CARROZAS

Nicanor Parra

Los héroes

siempre han estado

muertos,

han nacido muertos.

Ella viste

sus calaveras

con colores ausentes.

Visitan museos

y escuelas.

Todos se descubren

a su paso.

Nadie llora.


LOS BESOS DEL VECINO NO SE OLVIDAN

La amo.

No ama mi cordura.

Se deja manosear

por el vigilante del silbato.

En la noche

su carne duerme los recuerdos.

Mis huesos tiemblan

sin pasión.


SUERTE DE GANADORES

Ella les ha dado todo

como si hubiesen vencido

-y en este juego

nadie gana.

Los uniformes

los manufactura

en los ratos

de ocio

en casa ajena.


SI INSISTEN EN LOS CARGOS ME DESDIGO

Sus hijos,

adolescentes

que estacionan sus recuerdos

en la dorada época

del amor y desamor

sin marrullerías.

Ella los ama. Mas yo

odio la ternura

pues ni ella puede

detenerme.


TODOS SOMOS INTÉRPRETES

La misma voz

para todos los rostros

porque la verdad

es privada.

Pero ella ofrece

sus favores

no sólo a los actuantes

del drama público.


EL MOMENTO DE VIBRAR NO OCURRE DURANTE EL COITO

La riqueza del pasado

no condona

la deuda

ni la hipoteca del futuro

-piensa.

Mas los caballos retozan

por la playa

en el televisor

y la reclaman.

Y los atiende, generosa.


LA VIDA ES PARA VIVIRLA

Ha sido su vida

malvida

vivida para sus hijos,

los siempre

insatisfechos.

Al final, yace

pace

a la derecha de la cruz,

olvidada de sí

y de sus penas.


LA GUERRA PRECISA DE LA SELVA

El perro

y la pez,

asunto del amante.

La excursión es ruta

de excrecencias

y cadáveres;

el paisaje es paz

de muertos lejanos

y árboles quemados y asesinados

y pez y podre.

Su sonrisa

enjuga lágrimas

de orgullo.


CÓMO FASTIDIAN LAS NOVEDADES

La felicidad

de la ropa planchada,

del orden de los platos,

del polvo desterrado,

de las flores de artificio

y de los olores frescos.

La tragedia,

como el estreñimiento,

aguarda un guiño laxo.

Y que huyan las madres de los hijos.


3

Días epigramáticos


I

Procuras tu belleza más que nada;

ignoras que se alimenta de sí misma.


II

Pugno por decente modo de besar

el incitante culo de Lesbia

mas no envidio la sutil técnica

que usas con el adiposo de tu jefe.


III

Dios es cruel y castiga, dices.

No busques refugio en ese espejo.


IV

Como el Cristo simulas actuar y conducirte.

Es parábola su vida, ¡oh! lector de parábolas.


V

Confunden ética con épica

los políticos. Tristes tiempos.


VI

Tan dulce como el agua tus besos.


VII

Ama, hermosa y joven, ama con pasión;

aún no es tiempo de las viejas preguntas.


VIII

Ama, a riesgo de tu libertad.


IX

Nos hablan de nueva cultura política

y quieren roturarnos como tierra fértil.


X

El dinero que llama al dinero sin que importe el modo,

es la sabiduría de esta época, el estilo de la moral.


XI

Escribir para buscar sustento

y que el olvido no se entere.


XII

Vociferas para reclamar tus derechos

mas no es tu derecho sino tu condición.


XIII

El discurso se muerde la cola:

se mantiene de sí mismo.


XIV

Muchos libros tiene tu biblioteca,

demasiados por ti escritos.


XV

Que tus poemas no sepan

lo que tu boca dice y calla.


XVI

No eres si tus poemas no dicen lo que otros son.


XVII

Busco tu cuerpo porque el amor

se encarna para ser besado.


XVIII

Si en algo obtengo alguna victoria, me disculpo.

Es el azar que me impone sus costumbres.


XIX

Odias al que te odia.

Qué triste espejo.


XX

Nada sé. Los cuerpos se entienden;

sus almas no. Nada sé, y amo.


XXI

Qué pensamientos te ocupen ignoro.

El amor asiste y lo demás me ignora.


XXII

Nunca he visto morir a un animal.

Yo únicamente me alimento.


XXIII

¿Aman los que no entienden?


XXIV

Lo único eterno es el conflicto.


XXV

Cedo mi muerte a quien la tope:

es la única verdad que poseo.


XXVI

Morir para mostrar que se ha vivido.

O leer el mensaje de la noche.


XXVII

Sí, es presurosa

la vía rápida

para el ligero.


XXVIII

Era mi sueño. Hasta que se lo llevaron.

Aún no pago la factura del insomnio.


XXIX

Soy inmortal: no he muerto.

Hasta que sea lo contrario.


XXXI

Distintos rostros tiene Amor.

Y sólo uno teme al ridículo.


XXXII

No hay tregua, moral.

Mis vicios me son propios.


4

El poeta se mira al escribir


1

He fatigado con tesón mi entendimiento

y desordenado la belleza del poema

para lograr dos versos que enuncien mi pregunta.


2

Entre el pensamiento y la escritura,

entre la palabra y la creencia,

se ha deslizado algo que no entiendo,

algún filtro que deforma lo que digo.


3

Siempre queda después del poema

un gusto a retórica que me aleja de mí mismo.


4

El plagio es una necesidad estética.


5

De acuerdo,

Luis Goytisolo,

las palabras sobran.


6

El poema adelgaza hasta callarse.


7

El poema se cierra para abrirse.


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