pasaste como lucero
por mi amante corazón
Mar y espuma
(en voz del ACAPULCO TROPICAL)
En el sueño el laberinto es calles
con patios al frente de las casas que se enredan.
Y aparece la perra que respeta a todos
que a nadie muerde sino a mí.
En el sueño las mordidas duelen
y la carne sangra si se desgarra.
En el sueño la persecución es lenta.
En el sueño se pelea contra ella sin ganarla.
He de llegar a mi destino, o eso parece,
pero llego a ningún lugar con nadie persona.
No hay olor en las flores ni las plantas,
no hoy aromas en el sueño. Es Acapulqo.
La eludí pero está presente en mis heridas
y los dientes se encajan y se encajan.
He de andar mirando con los ojos de Mamamila,
con los viejos ojos ciegos de mi abuela,
porque veo que me ha mordido como perra,
porque el amor muda, pero lo reconozco.
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