Ca en muger loçana, fermosa e cortés
Todo el bien del mundo é todo placer es.
* * * * *
En la cama muy loca, en la casa muy cuerda
Joan Ruiz, Arçipreste de Hita
Todo el bien del mundo é todo placer es.
* * * * *
En la cama muy loca, en la casa muy cuerda
Joan Ruiz, Arçipreste de Hita
He visto ante mis ojos una muger lozana:
La lisa piel ceñida a una cintura leve,
A unas caderas plenas, a unos hombros airosos,
A unos erectos senos, a un cuello que se alonga,
A unas piernas esbeltas con rodillas de hoyuelos,
A un pubis de collado de rizos aprietados;
Un atuendo esculpido,
Cortado de la Noche en noche sin lucernas.
Y he admirado en su cara unos labios eróticos
[Promotores de besos], unos pícaros ojos
[Inteligencia y besos se ocultan tras los ojos],
Unos pómulos altos y muy sensual la frente
[¿Que guarda inclinaciones incitantes al beso?]
Con cejas delineadas
Y el cuculuste pelo recogido en la nuca.
Si ella me preguntase:
-¿Cómo la siente usté, esta mi caida de ojos,
Ojos de papel völando, que a todos los omes dice
Que sí, pero no cuándo, como le ha dicho a usté?
Si ella me preguntase:
-¿A qué horas vas al pan, magnífico gañán;
A ver si me las das donde las quieras dar,
O sea, en tu receso, me deis el negro beso?
Yo le contestaría, los oxos abaxados,
Con toda cortesía, cuerdo ni delirante:
-En ti se juntan todas eróticas mujeres
Que en vida se han tenido, por todos los amantes:
Cortés, loçana, hermosa.
¿Cómo no volver loca esta pasión que adentro
Revienta mi cordura y atenta mi inocencia?
Pero tu voz me amansa, apacigua mis fieras
Con su dulzura suave, muy dueña de querencias.
No temáis ser amada; si el coraçón revienta,
el alma es inocente. El cuerpo, no lo sé.
La lisa piel ceñida a una cintura leve,
A unas caderas plenas, a unos hombros airosos,
A unos erectos senos, a un cuello que se alonga,
A unas piernas esbeltas con rodillas de hoyuelos,
A un pubis de collado de rizos aprietados;
Un atuendo esculpido,
Cortado de la Noche en noche sin lucernas.
Y he admirado en su cara unos labios eróticos
[Promotores de besos], unos pícaros ojos
[Inteligencia y besos se ocultan tras los ojos],
Unos pómulos altos y muy sensual la frente
[¿Que guarda inclinaciones incitantes al beso?]
Con cejas delineadas
Y el cuculuste pelo recogido en la nuca.
Si ella me preguntase:
-¿Cómo la siente usté, esta mi caida de ojos,
Ojos de papel völando, que a todos los omes dice
Que sí, pero no cuándo, como le ha dicho a usté?
Si ella me preguntase:
-¿A qué horas vas al pan, magnífico gañán;
A ver si me las das donde las quieras dar,
O sea, en tu receso, me deis el negro beso?
Yo le contestaría, los oxos abaxados,
Con toda cortesía, cuerdo ni delirante:
-En ti se juntan todas eróticas mujeres
Que en vida se han tenido, por todos los amantes:
Cortés, loçana, hermosa.
¿Cómo no volver loca esta pasión que adentro
Revienta mi cordura y atenta mi inocencia?
Pero tu voz me amansa, apacigua mis fieras
Con su dulzura suave, muy dueña de querencias.
No temáis ser amada; si el coraçón revienta,
el alma es inocente. El cuerpo, no lo sé.
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