Si llega el hombre frente a ti y te mira
y la caricia nace desde su mirada,
si en los tus ojos verdes pasa nada,
si en los suyos, obscuros, una pira;
si el silencio entre los ojos se suspira,
si teme, temerosa, la olvidada
pasión –adentro, tú, amor y lava–;
si el hombre llega frente a ti y se mira.
Al hombre, que ha vivido tanta ausencia,
a tus ojos sus huellas lo han traído:
Él guarda tus recuerdos y su olvido.
La amnesia recupera la inocencia.
Este es el tiempo, esta es la hora ciega,
(De El arte de vivir precisa olvido)
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