martes, 30 de agosto de 2011

Contestación al buen Elpidio Colón Noyola

[respuesta únicamente autorizada para leerse en línea, de preferencia, con música de OV7, aprovechando su reencuentro]

Mi querido Elpidio Colón Añorve Zapatuelos, conde de Cuajinicuilapa e inventor de la hamaca de hilo negro:


Primero sorprendióme y alegróme, su repentino despertar a la farandulilla de la poética estatal, tras el ostracismo inducido al que se somete. Y cuando digo que me alegro, lo digo con el corazón en la mano, dijera este poeta tan popular que es Juan Tavarez, por ser yo, admirador de su potencial semántico y su entrega al coleccionismo de viniles.

A mí no me daría pena ser poeta, pero no lo soy. Decirle lo contrario, sería mentirle, y eso, querido amigo, no lo haré. Yo sólo soy un acomodador de historias y me siento orgulloso de ello.

Me llevó un tiempo animarme a juntar y compartir con algunas personas, todas las versiones anteriores de Noches de yerba. Insisto, debido a mi incapacidad poética, el libro de marras camina más cerca por la oscura senda de la narrativa, que el de la poesía (sendero luminoso que por cierto, visito muy poco).

Animarme a publicarlo fue otro show: pero me convencí cuando supe que sólo existirán no más 100 ejemplares, así que no hay de que preocuparme: pocos lo leerán.

Decir que algo es popular, también es: "tradicional que el pueblo considera propia", como los cantares populares de los que usted es insige promotor. Porque la chilena, la cumbia arrecha o los corrideros de la Costa Chica tampoco tienen nada que ver con la democracia, pero eso no le quita que usted los sienta suyos. Porque si no fuera así, no perdería su tiempo en entrevistas a Guillermo Sandoval, Juan Bernal, ni toda la cultura popular de su región.

Es probable que para usted que sí es poeta (popular, para mí, como se lo hice saber a Marquines hace unos días y él coincidió, en parte, conmigo) no tenga peros en publicar aquí y allá. Sin embargo, el estracto de la entrevista del Jere, fueron palabras que acabaron por animarme (algo que también se lo hice saber al Jere, sin fellatiode por medio; nomás nos damos besitos de cariño de hombres, pero no nos la mamamos) para publicar el mentado poemario.

Ahora mal, usted critica la sesuda reflexión del Jere, pero la justificación acerca de que la pobrecita gente anda en busca de poesía en El libro vaquero o Lágrimas y risas, se debe precisamente a que, como dice Marquines, la poesía como tal se alejó de la gente y se refugió en los altos templos de la intelectualidad mexicana. Si la poesía nació de los hombres, debe volver a los hombres (y las mujeres, of course)

De mis lecturas, de mis pelis, de mis rolas y de mi vida, hay cosas que voy guardando para mí. Son las cosas más populares, al menos para mi venereable espíritu. Son mis pinjantes. Y decidí compartir algunos de ellos. No más, no menos.

Me parece, y permítame parafrasearlo, que confundió "ética con épica". Ojalá y no me equivoque.

O tal vez tenga razón: lo único eterno es el conflicto.
--
Su amigo
Paul Medrano

pd-tomar una buena foto es complicadísimo; para decodificar un QR se requiere del 2% de las neuronas que usa para tomar una foto. De ahí que advierta que en un futuro, alguien leerá por nosotros. Vamos, inténtelo una vez más, yo sé que podrá.

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